Esta piedra es muy apreciada por su capacidad para bloquear y absorber las energías negativas, convirtiéndola en un escudo de protección muy poderoso. Se dice que la turmalina negra actúa como un imán, atrayendo y disipando la energía negativa hacia la tierra, lo cual ayuda a purificar y equilibrar los distintos cuerpos energéticos.

Además de su capacidad para proteger contra las energías negativas, la turmalina negra también tiene propiedades de anclaje y protección en el plano físico. Se cree que esta piedra ayuda a disminuir el estrés, la ansiedad y la tensión emocional, promoviendo la calma y la estabilidad. También se le atribuye la capacidad de fortalecer el sistema inmunológico y aliviar dolores físicos, gracias a su acción de equilibrio y armonización.

Otro aspecto destacado de la turmalina negra es su capacidad para neutralizar la radiación electromagnética emitida por dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, ordenadores y tablets. Se considera una piedra imprescindible en estos tiempos en los que estamos constantemente expuestos a este tipo de radiación.