El Monte Saint Michel, en Normandía (Francia) es hoy en día un lugar de culto y peregrinación. Sobre él se levanta la Abadía benedictina, destinada a rendir culto al Arcángel San Miguel.
El lodo marino que rodea a este monte es muy apreciado en los más novedosos tratamientos terapéuticos, corporales y faciales, debido a sus efectos hidratantes, estimulantes y calmantes.
Su riqueza en yodo facilita la cicatrización, y su alta concentración en minerales y oligoelementos favorece la micro-circulación, relajando cuerpo y mente.
Aporta nutrientes esenciales, eliminado toxinas y células muertas, rescatando una piel joven y llena de luminosidad.
El lodo del Monte Saint Michel está recomendado para todo tipo de pieles, estando especialmente indicado para personas con afecciones musculares y/o articulares.
Peso aproximado: 100 gramos
Producto hecho a mano y no testado en animales.
I.N.C.I. (Internacional Nomenclature of Cosmetic Ingredients)
Sodium Olivate, Sodium Cocoate, Aqua, Glycerin, Parfum, CI 77268, D-Limonene*, Linalool*, Butylphenylmethylpropional*, Citronellol*, Maris Limus Extract, Geraniol*, Alfa-Isomethyl Ionone*, Tocopheryl Acetate
* Procedente de los aceites esenciales contenidos en el perfume
Nuestros jabones están hechos a mano, por lo que puede variar el color o forma.